Cotidiano

Ya han acabado los pintores en mi casa. ¡¡Bieeeen!!
Me considero muy afortunada y recomendaré fervientemente estos pintores tan aplicados que ¡han acabado cuando me dijeron que acabarían!
Increíble. Además no han manchado ni roto nada,
no han venido los días que yo les pedí que no lo hicieran y no les importó,
no han pedido ni un duro de adelanto,
y les ha quedado fenomenal… en fin, unos buenos profesionales. De los que no abundan en casi ninguna profesión :/
Con Mateo ha sido algo dificil, pero menos de lo que esperaba, la verdad.

Todo el mundo a colaborar

El Domingo, tras una agradable comida con mis suegros, cuñados y el sobrinito nuevo :)´ me fui al infierno, bueno, a ver Infierno en el Centro Dramático Nacional (jo, que chiste más malo. Lo siento, tenía que hacerlo :P).
La obra, aunque me parecío terriblemente pretenciosa, si que me gustó en muchos momentos, y me pareció muy divertido ya que, aunque comparto lo que dicen aquí de que no es nuevo, yo no había visto nunca algo tan abiertamente sexual en teatro, y, hombre, pues es entretenido. Por lo demás pues, lo dicho, estoy de acuerdo con el crítico de LaNetro y creo que casi todo el texto sobraba (o faltaba darle importancia, más bien) y que Charo López estaba fuera de lugar. Tambien se me hizo un poco largo.

una escena de la obra

Pero vamos, me gustó mucho verla, no conocía a Tomaz Pandur (el director) y me pareció que lo había puesto mu bonito todo.

lo que ves nada m�s entrar colgado en medio del patio de butacas

Y que ambiente más emocionante en algunos momentos, las luces, los espejos, los efectos, los estilismos siniestro-sado-punk… que bien bailaban los bailarines, que buena la música de Goran Bregovic, y que buenos los actores (unos más que otros, como en todas las cosas, a pesar de mis prejuicios, todo hay que decirlo) en fin, muy bonito..., y poco más.

Ayer Mateo descubrió la piscina. ¡¡Como le ha gustado!! No tengo fotos del evento, pero ya haré alguna porque es digno de ver. Chapotea que da gusto, nos lo hemos pasado todos como enanos, la verdad. Así que hoy hemos vuelto :P
Que divertido es redescubrir las cosas divertidas con ojos nuevos.

Carteles

En un kiosko de helados y bebidas frías en la plaza de Callao, frente al cine Callao propiamente dicho. El cartel pone: SE HABLAN IDIOMAS POR SEÑAS

A escasos metros, en la valla de las obras que hay delante de la tienda de Benetton de la Gran Vía, practicamente al doblar la esquina, había dos carteles. Estos no los puedo transcribir literalmente, pero venían a ser, con muchas faltas de ortografía, la queja del mimo que solía estar en esa esquina porque alguien le había robado los perros.

No sé exactamente qué es lo que me ha dado tanta pena, porque me ha parecido siempre bastante horrible cuando he visto a ese hombre, ni mimo ni payaso, pero con una caracterización aproximada, sentado en una escalera, con cara de sufrimiento (a veces le he visto tiritar en días primaverales) y con los dos perritos que ladraban si alguien le echaba una moneda. Siempre me ha parecido muy triste.
Hoy dos carteles ponían los nombres de los perros y pedían ayuda para encontrarlos, uno de ellos ponía "...LLA NO PUEDO MAS..."

Que triste.

Match y mejoch

Así querían las buenas gentes de mi taller de Matadero que se llamaran los dos equipos que iban a jugar el Match de improvisación del Sábado. Yo me negué a que fuera un juego de palabras, que a la segunda ha perdido la gracia y que yo iba a tener que repetir hasta la saciedad a lo largo de todo el espectáculo.

A la hora de comer estaba muy cansada. Es la única explicación que encuentro para que al final tragara con que el Match acabara siendo entre los Peneadictos XVI y los Chochinger Teta (era la letra griega en realidad, pero este teclado no da para tanto). Uf. Tengo que descansar más ;)

En fin, voy a empezar por el principio, el Match de improvisación es un juego y un espectáculo, todo en uno. Casi un deporte. Se puede echar un partidillo para divertirse, y que no lo vea nadie, o se puede mostrar.

En mi taller, lo que hacemos es, entre otras cosas, entrenar y jugar un poco, y el Sábado al asunto se le añadía el factor espectáculo (o sea un público, que tambien se tiene que divertir).

En mi opinión, el que un espectáculo salga bien, depende de un montón de factores, pero en concreto es muy importante que los que actúan se diviertan, pero con responsabilidad. Algo así como practicar sexo seguro, para que nos entendamos. Si vamos a lo loco, lo más probable es que todo se vaya al garete y que al final nos divirtamos muy poco. Me encantan las comparaciones entre el sexo y el teatro, las utilizo a menudo de hecho.

Yo puse todo lo que pude de mi parte para que la gente del taller y el público tambien se diviertiesen este Sábado. Fue agotador. De hecho lleva casi un mes siendo agotador. Controlar al segundo y al milimetro lo incontrolable (¡es un espectáculo improvisado!) es imposible, y yo lo he intentado.
He sufrido, me he cansado y hasta me he enfadado en algún momento.
Y al final, despues del miedo que he pasado ¡fue genial!

Todos nos divertimos mucho: Jaime como un clown metido a presentador de macroeventos deportivos, Diego con la música, los bocinazos y hasta los relinchos, yo como árbitro punki-borde-macarra y sobre todo el público y los 8 jugadores, con momentos gloriosos.

Esa fogata de la noche de San Juan churruscando a ese pobre incauto que quería quedar bien con su novia, en lenguaje inventado...
Ese cura invitando a la confesión (o a alguna otra cosa) a la pobre pecadora que hacía top-less en la playa y que era aleccionada en dos sentidos bien diferentes por un diablillo y un angelito...
Esos variopintos amores en verso...
Esas faltas de cliché de Dark Vader y Rett Butler.
Esos buscadores del yeti... y esos militares gays.
En fin, ese match de impro, único e irrepetible, como todos.
Volveremos en Otoño.